Es así, conozco Substack hace poco y se siente un espacio seguro, cómodo. Convertirlo en otra plataforma más de redes sociales se siente un poco desastroso incluso suicida, pero el progreso es parte de las plataformas la adaptabilidad, la expansión de estas es inevitable y tal vez es nuestra tarea adaptarnos
El tema que planteas es curioso. Yo creo que cada uno vendemos nuestro producto -jurídico, periodístico- y, a través de las diversas plataformas, lo publicitamos. Y, lógicamente, hay que estar en todas (o, al menos, en muchas) y aprovechar los contenidos. Lo que no debemos perder de vista es qué producto vendemos y en torno al cual debe girar todo. Reconozco, de todos modos, que en el caso del periodismo es más complicado porque parte del producto es la plataforma.
En cuaqluier caso, enhorabuena por el análisis que llevas a cabo. Un cordial saludo
PD.- Empecé a ver la película "todo a la vez en todas partes" y no la terminé, no me enganchó.
Hola, Joaquín. Gracias por el comentario. Sí que lo es… Yo misma he aconsejado e intentado estar en todos lados (y sigo haciéndolo), pero la reflexión va más allá: el desgaste que eso puede producir, cómo afectan los cambios de las propias plataformas, etc.
Sobre lo primero que comentas acerca de la transformación de Substack y otros espacios, creo que hay que claudicar y pensar que en lugar de redes sociales, por una parte, y plataformas de blogging, por otra; hemos acabado con una realidad que puede resumirse en plataformas de contenido.
Tanto a nivel de consumo como de creación.
Substack partió como una plataforma de escritura y cada vez es más una red social.
En Instagram, consumimos contenido y tanto nosotros como nuestros contactos jugamos a crearlo.
En Twitter, más de lo mismo.
El ámbito social se ha dejado para los WhatsApp y Telegram, y las redes, de contenido o antes sociales, han pasado a ser centros de consumo y generación. Para bien o para mal.
Me encanta tu reflexión de esta semana Mar, qué importante tomar distancia de vez en cuando. Me quedo con una pena inmensa de no poder asistir al taller de Late porque increíblemente, coincide con Diario Vivo. Y por cierto, me he dado cuenta de que a estas alturas no te he escrito para animarte a que vengas a ver al espectáculo de periodismo en vivo, que no dudo de que te va a encantar
Es así, conozco Substack hace poco y se siente un espacio seguro, cómodo. Convertirlo en otra plataforma más de redes sociales se siente un poco desastroso incluso suicida, pero el progreso es parte de las plataformas la adaptabilidad, la expansión de estas es inevitable y tal vez es nuestra tarea adaptarnos
Esta claro que siempre van a querer abarcar más!
El tema que planteas es curioso. Yo creo que cada uno vendemos nuestro producto -jurídico, periodístico- y, a través de las diversas plataformas, lo publicitamos. Y, lógicamente, hay que estar en todas (o, al menos, en muchas) y aprovechar los contenidos. Lo que no debemos perder de vista es qué producto vendemos y en torno al cual debe girar todo. Reconozco, de todos modos, que en el caso del periodismo es más complicado porque parte del producto es la plataforma.
En cuaqluier caso, enhorabuena por el análisis que llevas a cabo. Un cordial saludo
PD.- Empecé a ver la película "todo a la vez en todas partes" y no la terminé, no me enganchó.
Hola, Joaquín. Gracias por el comentario. Sí que lo es… Yo misma he aconsejado e intentado estar en todos lados (y sigo haciéndolo), pero la reflexión va más allá: el desgaste que eso puede producir, cómo afectan los cambios de las propias plataformas, etc.
Muy interesante como siempre, Mar.
Sobre lo primero que comentas acerca de la transformación de Substack y otros espacios, creo que hay que claudicar y pensar que en lugar de redes sociales, por una parte, y plataformas de blogging, por otra; hemos acabado con una realidad que puede resumirse en plataformas de contenido.
Tanto a nivel de consumo como de creación.
Substack partió como una plataforma de escritura y cada vez es más una red social.
En Instagram, consumimos contenido y tanto nosotros como nuestros contactos jugamos a crearlo.
En Twitter, más de lo mismo.
El ámbito social se ha dejado para los WhatsApp y Telegram, y las redes, de contenido o antes sociales, han pasado a ser centros de consumo y generación. Para bien o para mal.
Al menos así lo veo yo.
Víctor, estamos de acuerdo! Pero no deja de parecerme una economía de creación acelerada que lleva a preguntarme… hasta dónde? y qué más?
Me encantó lo de las revistas del futuro, saludos!
Es buenísimo!
Me encanta tu reflexión de esta semana Mar, qué importante tomar distancia de vez en cuando. Me quedo con una pena inmensa de no poder asistir al taller de Late porque increíblemente, coincide con Diario Vivo. Y por cierto, me he dado cuenta de que a estas alturas no te he escrito para animarte a que vengas a ver al espectáculo de periodismo en vivo, que no dudo de que te va a encantar
María, cuando coincida que ando por Madrid, o se celebre en Barcelona, ten por seguro que ahí estaré <3 un abrazo y gracias!
Me gusta mucho la manera en la que escribe y la cantidad de información tan interesante que comprarte.
Felicidades
Muchas gracias, Norma!