Hola, periodista*:
Ya está aquí la segunda entrega de Hot Takes, las columnas de opinión escritas por periodistas-que-no-soy-yo que acogerá Fleet Street este junio. Son provocadoras, son incendiarias y las han escrito compañeros y compañeras de mi lista de contactos (y que, estoy segura, has leído aquí y allá).
Nuestra invitada de hoy, Leslie Kope, tiene muy claro que no vale la pena hacer colaboraciones en medios españoles. Ha hecho un cálculo rápido para saber cuánto pagan los medios por hora y, comparándolo con el SMI, no salimos bien parados. ¡Léela a continuación!
*Puede que no seas periodista como tal, pero eres igualmente superbién recibido/a <3.
No colabores con medios
–Leslie Kope
La última vez que el director de un gran medio me propuso colaborar le dije que antes me tiraba por el balcón de la quinta planta en la que estábamos que volver a escribir como freelance. Me salió del alma: ¿en serio me estás diciendo que todo lo que puedes ofrecerme son alrededor de cien euros por piezas que como mínimo necesitan tres días de curro? Cien euros que con el IRPF se quedan en ochenta y cinco, que es más o menos lo que te gastas como una noche se te vaya de las manos, te bebas dos copas en una discoteca y, queriendo cuidar tu integridad física por encima de la de tu bolsillo, cojas un taxi de vuelta y no una de esas bicicletas de alquiler.
Cien euros —si llegan, que ni siquiera estaba claro cuánto pagaba el periódico cada artículo— son una mierda. Lo sé yo, lo sabe la persona que dirige ese medio y lo sabes tú, querido lector.
Aun así, los periodistas llevamos años tragando con estos precios, que si ya eran una mierda hace diez años imagínate ahora que ha subido todo, que no encuentras un piso por debajo de mil euros y que hay bares sirviendo vinos a cinco, como si esto fuera qué sé yo, Londres o Nueva York.
Por eso hoy vengo a decirte una cosa: no colabores con medios. No lo hagas. Tengo tres argumentos para ti.
Tu trabajo vale mucho más
Repasemos todo lo que implica hacer un artículo. Tienes que tener la idea, para lo cual tienes que estar inspirado, para lo cual tienes que tener los ojos abiertos y la mente fresca. Precisamente porque estar metido en el día a día de una redacción cubriendo el carril de política, economía o sociedad acaba con cualquier ápice de frescura mental los medios recurren a escritores externos que les aporten lo que sus redactores no ven. Solo eso ya vale un dinero. NO LES REGALES TUS IDEAS.
Después de tener la idea tienes que vendérsela al redactor jefe de turno. Tienes que sentarte y redactar un email. Y no le vas a enviar solo una idea, porque puede tirártela: seguramente quieras darle un abanico de opciones para que tenga donde elegir.
Cuando por fin te diga que sí a alguna de ellas, tendrás que ponerte manos a la obra. Busca contactos, llámalos, solicita entrevistas, cómete rechazos, acude a planes B. Prepara esas entrevistas, hazlas, transcríbelas. Procesa toda la información, termina de encontrar el enfoque y piensa en un titular. Y luego ponte a escribir, que una mañana o tarde entera no te la quita nadie. ¿De cuántas horas hablamos? ¿De dos o tres jornadas laborales completas? Vamos a tirar por lo bajo y poner que sean dos: dieciséis horas. Te sale la colaboración a 6,25 euros brutos la hora. ¿Sabes a cuánto está el salario mínimo? A 9,26 euros la hora. Es posible que el medio en cuestión haya celebrado las recientes subidas del SMI. Encima de agarrados, hipócritas. Tu trabajo merece ser expuesto en un lugar mejor.
Nadie lee ya los periódicos, ni siquiera mira Twitter
Esta es una realidad dura e incómoda, pero créeme: nadie lee los periódicos. En primer lugar, porque la mayoría esconde sus artículos tras un muro de pago, un modelo de negocio tan legítimo como aniquilador para las visitas. En segundo lugar, porque un buen porcentaje del tráfico actual de los medios digitales procede de un oscuro algoritmo llamado Google Discover que no entienden ni los medios, ni las personas que lo usan ni el propio Google. Cuando digo un buen porcentaje hablo de cifras superiores al cincuenta, sesenta e incluso setenta por ciento, más incluso de lo que en su día metía Facebook.
Si eres periodista, no te descubro nada. Basta mirar un poco a tu alrededor en el metro para ver a gente que desliza la pantallita del móvil hacia la izquierda y hace scroll por un feed de noticias “personalizadas” que Google le saca en función de sus búsquedas. De ahí viene la mayoría del tráfico de los periódicos: no de gente que se mete en sus portadas o que ve recomendados sus artículos en redes sociales, sino de gente que cae en ellos porque aparecen aleatoriamente en la pantalla de su móvil. La visibilidad que supone aparecer ahí si eres periodista te la puedes imaginar: es nula.
A quienes les viene bien (o mal, según se mire) es a los pueblos de España, porque una de las fórmulas más exitosas para triunfar en Discover es hablar de algún pueblo y relacionarlo con un punto turístico (“la Petra de Burgos”, “la Toscana española”, “la Alsacia madrileña”) o con los pocos kilómetros a los que se encuentra de Madrid. Esos titulares de temas tan blanquitos gustan a Google y terminan llenando de visitantes hasta las zonas más remotas de España.
Puedes hacer otras cosas
A veces, los periodistas creemos que no tenemos ningún tipo de habilidad más allá de escribir artículos. Y no es verdad. Tenemos olfato y creatividad, capacidad de investigación, sabemos manejar datos complejos y somos capaces de simplificar. Y además comunicamos bien, que no es tontería. Muchas empresas no periodísticas, o empresas que orbitan alrededor de la creación de contenidos, necesitan y valoran estas cualidades.
Hace unos años te hubiera dicho que esto es pasarse al lado oscuro y perder la pureza, pero visto que en todos esos años el percal para los freelance no solo no ha mejorado, sino que ha empeorado, te animo a hacerlo.
A los medios que pagan cacahuetes, que les den <3
Acabas de leer Hot Takes, el formato veraniego de Fleet Street para junio. Cinco domingos, cinco opiniones sobre periodismo firmadas bajo seudónimo por periodistas invitados.
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Acompáñame en este junio caluroso a mí y a los y las periodistas que escriben en Hot Takes.
¡Nos leemos! 💌
Mar
Excelente titular para una realidad que es muy triste para esta profesión que compartimos. Tan bonita como ingrata. Gracias por compartir!!!
¡Cuánta verdad! Estoy por imprimirlo y pegarlo en mi mesa de trabajo. ¡Y cuánta tristeza! Llevo 15 años como freelance y he vivido de ello, y muy bien. Pero de un tiempo a esta parte (post pandemia), es imposible. Me siento muy identificada con todo lo que dice la autora. Un gusto su sinceridad y sus argumentos que nos animan a no ceder y a darnos valor a nosotros y a nuestro trabajo.